¿Qué sucede cuando pones las setas al sol?
Hoy he decido ponerme al sol junto a unas setas. Pues resulta, que exponer las setas al sol, aumenta enormemente su concentración de Vitamina D.
Si nos fijamos en la siguiente tabla, las concentraciones de Vitamina D2 en setas cultivadas suelen ser de alrededor de un microgramo, pero si las exponemos al sol podemos multiplicar esta cantidad por 15 o por 20. Una pasada.
Esto nos permitiría alcanzar niveles de Vitamina D que están muy por encima incluso de la recomendación diaria. Todo esto de un alimento, que es barato, y que encima no es de origen animal. ¡Perfecto!
¿Cómo es posible?
Las setas son algo diferentes a las plantas o los animales, son reino fungi.
Y tienen sustancias como el ergosterol que cuando recibe radiación UV, se transforma en un precursor de la Vitamina D.
Vamos, igual que hacemos los humanos, que cuando nos da el sol donde tenemos la piel fina activamos la Vitamina D en nuestro cuerpo.
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Esta curiosidad ya la sabíamos desde hace años, cuando se descubrió que las setas silvestres, esas que te encuentras por el campo. Tienen mucha más cantidad de Vitamina D, porque claro, les da el sol en el bosque.
Por este motivo, en algunas producciones de setas y champiñones, que no están al aire libre, ya se está exponiendo su cultivo a luz UV y de ese modo disparar la concentración de Vitamina D.
Algo que es incluso mejor que el método de la terraza, porque así evitamos la oxidación que se produce al exponer las setas al aire. Porque sí, también tienen una muy interesante capacidad antioxidante.
Pero esto no es todo. Las setas no solo son buena fuente de Vitamina D. También tienen un aporte muy interesante de betaglucanos, esa misma fibra dietética que tiene la avena, que es útil para prevenir enfermedades cardiovasculares y también para saciarnos.
Así que ya sabéis. La próxima vez que vayáis a preparar un revuelto o un risotto de setas. Ponedlas un poquito al sol para multiplicar hasta x20 la cantidad de Vitamina D.
Ah, y no hace falta que les echéis crema.
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