El grupo Panrico sigue explotando fronteras éticas nunca alcanzadas. Sí, esa empresa que toda la vida nos ha inculcado el consumo de bollería industrial a base de cromos y regalos, que más tarde nos deleitó con un bollo al vapor (vaps), que diseñó la campaña avalada por la SEDCA del bollicao con hierro, el panrico vitaleche, y demás engendros publicitarios.
Esa marca que intenta salvar productos ultraprocesados de la quema, ya no solo haciéndolos más inocuos de lo que son, sino vendiéndolo como algo saludable centrándose en nutrientes y aspectos positivos. Nos trae una nueva:
[youtube https://www.youtube.com/watch?v=mRFXwz46Y4Q]
Bajo los eslóganes #MomentoRedondo (literalmente redondo), “llévame a casa bombón” o “soy adicto a tus curvas” (muy real, tanto lo adictivo como las curvas). Panrico y Mr Wonderful hacen su contribución primaveral a la salud pública española.
En un contexto de crisis que ha atizado enormemente el patrón alimentario de la clase media-baja española, aumentando platos superfluos y bollería entre otras cosas, estas promociones son la guinda para un pastel muy podrido. España sigue siendo un referente en obesidad infantil, pero sobre todo de mínimo control publicitario y falta de compromiso político ante ello.
Por otro lado, Mr Wonderful ya había enseñado sus cartas y no escondía su tendencia pro-procesados. No porque pretendiera promocionarlos directamente (asumo), sino dentro de esa filosofía de “que te la pele todo, disfruta del momento”.
Entre muchos de sus diseño había joyas como:
De verdad, que no necesitamos más mensajes que nos despreocupen de nuestro cuerpo. Y no hablamos de aceptación del uno mismo. Estos mensajes y campañas que muestran su encaje con nuestras curvas, son solo una falsa empatía con nuestro sobrepeso. No nos están diciendo “acéptate como persona”, sino “mira, aquí te entendemos, ¡compra!”.
Mercantilizan la obesidad, o la estética femenina mediante buen rollo y despreocupación. Pero el mayor problema de salud pública del Norte del planeta no es para hacerse el happy y mirar para otro lado.
Bastante es con los mensajes de la industria, que nos invitan a dejarnos llevar, a no pensar, o sentirse sinónimo de la felicidad. Ya es suficiente con sus mentiras industriales azucaradas, como para que encima se sumen al carro de este despropósito muchos otros actores nuevos.
¿A cuento de qué necesitamos donuts con capa? ¿Galletas despreocupadas? Flaco favor ceder imágenes influyentes para promocionar productos que son parte de la mayor epidemia de sobrepeso y obesidad que vive nuestro planeta.
Es posible que penséis que todo esto es una exageración. Que ya sabe todo el mundo que los donuts no son sanos, o que no hay que abusar de las galletas… Pero desde el punto de vista de la Salud Pública no es sino una promoción de una conducta nada responsable y que precisamente ya es demasiado frecuente como para obviarla.
Me preocupa la profunda crisis de ética y de moral que inunda la profesionalidad de muchos quehaceres especialmente relacionados con las ventas y la comercialización. La idea de “lo que pase más allá de mi labor promocional no me repercute” es muy corta de miras. En un mundo en el que el sueño de un publicista es preparar un spot de coca-cola, o una mega promo de una marca de bebidas alcohólicas perdemos el rumbo. En el momento en el que solo importan las ventas y no miramos el efecto de nuestro ‘bolo’ perdemos el rumbo.
Hoy @vitaldent ha perdido la sonrisa.
Esa que quería dibujar a los niños a base de promociones con Happy Meals pic.twitter.com/4OkX1Np9sg— Aitor Sánchez García (@Midietacojea) February 16, 2016
Desde aquí lanzo una reflexión hacia Mr Wonderfull, publicistas, diseñadores varios. Me pregunto si no se plantean la repercusión de sus campañas. ¿En qué contribuyen? ¿Cómo cambian el mundo parcialmente? La próxima vez usad vuestra influencia (que sois plenamente conscientes de que es mucha) para que repercuta en algo positivo.
¿De verdad necesitabais esta campaña? ¿No os basta con hacer la taza para la madre, para el padre, para la abuela, para la novia, el novio, el mejor amigo…? ¡Si le habéis atizado a casi cualquier nicho de mercado! ¿Qué vais a sacar en el futuro? ¿Mensajes motivadores fitness o para quienes siguen una dieta?
Humildemente creo que hay mucho campo como para poder ejercer la profesión que sea, cumpliendo un fin social. Al fin y al cabo, los servicios, los medios y la formación la ponemos entre todos. Deferencia sería pedir que vuelva para nuestro bien, pero en todo caso, que mínimo exigir, que no vuelva a nuestra cara y nos dé una bofetada.
Al fin y al cabo, y citando a Bruce Mau “Cuando todo está conectado, para bien o para mal, todo importa“. Podéis reflexionar ante ello, o si no ponerlo en un taza y venderlo.
Disculpa, pero la taza de la segunda fotografía no es de Mr. Wonderful.
Buen artículo, un saludo.
Gracias Sara, corrijo y elimino. Al tener la ambientación gráfica propia he cometido ese error.
¿El autor apuesta porque nunca jamás nadie coma un Donuts, o un Happy Meal?¿Nunca, jamás, bajo ninguna circunstancia?¿Que devuelvan las armas y pidan perdón a las víctimas?
¿Extendemos esto a los anuncios de vino, de cerveza, de refrescos azucarados?¿Que cierren todas estas empresas y que solo se pueda anunciar marcas de verduras (y con matices: el maiz lleva muchos azúcares – sus envases tendrán que llevar una etiqueta de advertencia y una foto de personas obesas-)?
Niños del mundo: bienvenidos al mundo sin dulces. Adultos: adiós al placer culpable, a esa ocasión al año en que un Donut cae en tus manos y te lo comes con pasión pero atormentado por la culpa y tu inmadurez. ¡Esto se tiene que acabar!
Dudo mucho que la cuestión sea que “nunca jamás” nadie haga esas cosas. El problemas es que es un tipo de productos que se toman con muchísima frecuencia, de hecho muchas veces se toman con más frecuencia que los alimentos saludables. Nadie pretende prohibir y que nunca jamás se tome bollería. Nadie quiere un mundo sin dulces. Pero seguramente todo sería mejor si un niño no tomara dos o tres dulces todos y cada uno de los días de su infancia.
No Kike. El autor no aboga por eso.
De hecho el autor tiene enfoque no prohibicionistas si exploras en la línea editorial del blog. Lo que el autor piensa es que productos alimentarios vinculados a la aparición de enfermedades, y que precisamente han visto incrementado su consumo en época de crisis, precisamente por lo barato de sus materias primas no deberían:
1) Ser más promocionados de lo que ya lo hacen.
2) En ningún caso vincularse a aspectos positivos emocionales.
Si me dices si estendemos lo mismo a azúcar y alcohol. Sí, te diría lo mismo.
Tienes posts aquí:
http://midietacojea.com/2012/09/20/hemos-recomendado-alcohol-por-encima-de-nuestras-posibilidades/
y
http://midietacojea.com/2015/03/20/mentiras-cientificas-del-azucar-el-negocio-millonario-de-ocultar-sus-efectos-a-la-poblacion/
Que reflejan muy claramente las consecuencias de esta impasividad.
La interpretación de “mundo sin dulce” y “placer culpable de una vez al año” es cosecha tuya Kike. Pero no responde a una conducta real, el consumo de bollería y dulces no es un acto esporádico en el patrón alimentario español.
Pues no, el autor no aboga por eso. Pero no hace falta seguir todo el blog, tan solo un pelín de comprensión lectora con este artículo en cuestión. Si no somos capaces de comprender más de 240 caracteres seguidos, como para filtrar la publicidad de productos pocos saludables y ser realmente responsables a la hora de consumirlos (aquí iría la BSO de Misión: Imposible).
Gran entrada, como siempre.
Tu forma de simplificar los argumentos para contrariarlos es asombrosa… es lo que viene siendo una falacia de falso dilema: o todo o nada. https://es.wikipedia.org/wiki/Falso_dilema
Hola kike, te recomiendo que leas esto:
https://es.wikipedia.org/wiki/Falacia_del_hombre_de_paja
Un saludo.
Yo nunca tomo donuts ni Happy meals, y estoy tan feliz!
Me ha parecido muy bien el articulo! Es mas me ha hecho pensar en la asociacion comida-sentimientos. Pero me ha chiriado un parrafo, estas en contra de aceptarse a si mismo?
Para nada Paz. Pero nunca que el aceptarse “estéticamente” sustituya a conformismo en salud.
Una cosa es promover la autoestima y autoconcepto de personas que no tengan un físico perfecto, y otra cosa es promover el “no pasa nada” ante problemas de SALUD. La obesidad lo es, y muchas veces se confunden cosas en este aspecto. Espero habértelo aclarado 😉
Hola, creo la taza del gimnasio no es de ellos. Sigo a la marca desde hace dos o tres años, también me cuido bastante y también de vez en cuando me como un donuts, un croissant, o una chocolatina. Demonizar un donut, un refresco o un capricho azucarado me parece una postura muy radical y muy parcial de las cosas.
Como fan de la marca, leo cada día su blog sé que ellos también utilizan su influencia para colaborar con un montón de causas benéficas y ong de todo tipo, creo que en este caso tu comentario no es muy justo (no sé si sigues a la marca).
Pero bueno, el caso es que puedes elegir que tus hijos se coman de vez en cuando un donut o no, pero de ahí a demonizar un producto porque das por hecho que quien lo consume abusa de él… que quieres que te diga… Entonces no sería moral hacer publicidad de casi nada.
Está claro que todo en exceso es perjudicial pero también lo es ser tan radical e intentar juzgar a los demás por sus decisiones libres.
En fin… que son donuts … no armas nucleares.
Hola Blanca, lo he corregido junto al apunte de Sara. ¡Gracias a las dos!
Blanca. no hablamos de un consumo esporádico,los propios eslóganes de la campaña dicen “pon en tu día”, es decir, casi rutinario para las mañanas. Además de ser un grupo alimentario que no se come esporádicamente.
Todo eso suena genial, es un argumentario usado a fuego por la industria de los alimentos superfluos. “Todo con moderación”, “hay que comer de todo”, “el azúcar es necesario”, son constructos poco reales de lo que finalmente se acaba llevando a cabo.
Podríamos decir igualmente “son refrescos, no cuchillos”. Me parece que mi postura no es extremista y en ningún momento he hablado ni de prohibir, ni de eliminar, sino de tomar medidas para que esto no sea el pan de cada día (literal).
Hola Blanca,
Sin ánimo de ofender, creo que no eres consciente del panorama en el que vivimos, del ambiente que nos rodea. Te expongo el porqué. ¿Demonizar un producto de bollería te parece radical? A mi me parece radical-mente ingenuo pretender que la población siga una alimentación saludable si somos laxos con nuestro mensaje hacia esta serie de productos azucarados. Y sí, es parcial de las cosas, pero la postura que tú defiendes, ¿acaso no lo es?. No estás teniendo en cuenta que actualmente gran parte de la población tiene unos recursos económicos más bien bajos, y que el tener al alcance este tipo de productos a un precio de risa, no ayuda. No estás teniendo en cuenta que cada vez que salimos a la calle, que vemos la televisión, que oímos la radio, o incluso que leemos una revista, aparecen anuncios, anuncios que nos invitan a comer, y no precisamente un par de piezas de fruta. Y por encima de todas las cosas, hay algo que no estás teniendo en cuenta, y son las tasas de sobrepeso y obesidad (no sólo adulta, sino infantil) que tenemos actualmente. Qué la obesidad es un problema real y no nos queremos dar cuenta, leñes!
Lo de las causas benéficas que comentas luego, me recuerda a las campañas de Coca-Cola o Mc Donalds con diferentes ONG’S, mostrando lo comprometidas que están con la población. Porque Coca-Cola, no vende refrescos, ¡VENDE FELICIDAD! ¡Y DE LA BUENA Y PARA SIEMPRE!… O eso dicen sus maravillosos anuncios desarrollados por grandes mentes de publicistas, cuyo único fin es el de velar por la salud de la gente. Obvio. Sólo se les olvida decir que venden azúcar embotellada y que cada botecito que te bebes te acerca un poco más a la diabetes y a parecerte al cuñá (Adjunto foto: https://i.ytimg.com/vi/J1dDR1CpiZ4/hqdefault.jpg). Sigo. ¿Que el comentario de Aitor no es muy justo? ¿Qué es justo? ¿Es justo que nos vendan sensaciones/emociones/sentimientos, mientras nos están colando por la puerta trasera, kilos y enfermedades crónicas? ¿Es justo que aquella parte de la población que no tiene suficientes recursos económicos, tenga que prescindir de frutas, verduras, hortalizas, frutos secos, entre otros, porque tienen un precio que roza lo absurdo, mientras que productos del tipo Donuts, Galletitas, Bollycaos, se venden en plan “ganga”? ¿Es justo que la mitad de la población mundial tenga problemas de hambre y la otra mitad tenga problemas de exceso, debido a estos productos (tan inofensivos que dices)? ¿Es justo que ciertas asociaciones de profesionales de la salud se presten a colaborar con productos en lugar de promover el consumo de alimentos (pero todo sin ningún tipo de interés económico, primum non nocere y esas cosas)? Creo que demasiadas injusticias hay en el mundo (ya no sólo en alimentación, sino en general) para que vengas a decir que no es justa una denuncia que pretende castigar y/o llamar la atención a aquellas empresas que son más visibles y que podrían ayudar un poquito en lugar de complicar (todavía más) el asunto. Y no, muchas veces no se puede elegir, muchas veces, si eres una madre que tiene x dinero y tienes que alimentar a 4 niños, y ves un bollo que está avalado por la Sociedad X de x profesional sanitario (cuya ética roza la zona profunda del water), y encima barato (más que unos frutos secos, SEGURO), y que le va a gustar a tus niños (porque les va a gustar, porque están hechos para gustar, no para alimentar/nutrir (dejando de lado definiciones concretas de dichos términos) y para que además no te comas uno, sino varios.), antes de que si quiera pares a pensar, ya habrás elegido. Eso no es libertad, no te equivoques. La libertad es algo abstracto que todos creemos tener pero nadie se libra de perder por sus experiencias/opiniones/contexto/situaciones. Todo lo que nos rodea condiciona nuestra libertad, y un mundo mercantilizado sumado a un ambiente obesógenico, como en el que vivimos, no da paso a dicha libertad., y mucho menos cuando hablamos de NIÑOS o PADRES que en busca de dar lo mejor a sus hijos, se agarran a lo que los medios (osease, la INDUSTRIA ALIMENTARIA) les ha enseñado. “Hay que comer de todo”, “Moderación” (Los cuáles tú misma pones sobre el telón, Matrícula en consejos pro-industria, Panrico estaría orgullosa de tu mensaje.). Estos consejos no siguen a la realidad. Y no, no hay que comer de todo. MIERDA EMPAQUETADA NO HAY QUE COMER, PRODUCTOS ULTRAPROCESADOS NO HAY QUE COMER, NI CON NI SIN MODERACIÓN. NO Y ROTUNDAMENTE NO. Y no, los donuts no son armas nucleares, pero decir que “comer de todo en exceso es perjudicial” tampoco es el Santo Grial.
Un saludo.
Enhorabuena de nuevo Aitor.
Esperemos que los lectores vean más allá y no se queden en la simple prohibición de estos productos, sino en que no podemos asociarlos a felicidad y motivación, y que la industria nos maneja de tal manera… Que dejen de jugar con la salud de la gente y de engañar de esa manera!
Hola Velazquez,
Esa observación que dices es autoimpuesta, no entiendo cómo mucha gente sigue pensando que la opción es el prohibicionismo, cuando se trata de fomentar otras cosas. Simplemente…
Gracias por tu mensaje.
Esta genial, pero no creo que la culpa de la obesidad infantil este en las campañas publicitarias, si no en los padres que las compran y les dan ese tipo de comida a sus hijos aun sabiendo que son perjudiciales. A mi en particular los mensajitos en las tazas me parecen graciosos.
La gente sí que es tonta. Tu sabes la cantidad de comida que compran pensando que es sano y que no engordarán? Sabes la cantidad de gente que acude a los nutricionistas y a los entrenadores diciendo:
– Necesito perder peso. Soy obeso y no sé porqué. Porqué yo como bien, pero seré de metabolismo lento o por genética.
Luego cuando analizas un poco, ves realmente qué comen mal.
Yo siempre digo una frase que creo que define muy bien lo que está pasando:
– Nunca, en estos últimos 30 años, se había comido tan mal, pensando que se comía tan bien.
Estamos en la era de comer muchos hidratos y pocas grasas (según los preceptos oficialistas). Y en esas estamos. Obesidad + obesidad.
Y el concepto donut no es sano. Ni 1 ni 12. Obviamente 12 donuts será peor, pero 1 donut no tiene nada de bueno. Sólo eso. Y es objetivo.
Y tranquilo, pq donuts se venderán toda la vida.
La obesidad es un problema, en muchos casos, emocional. Si se asocian un dulce a un estado emocional positivo en una campaña que llega a mucha gente más gente lo consumirá para aliviar su malestar personal momentaneo.
Está claro que todos tenemos que trabajar para ganarnos la vida. Las empresas también tienen que vender. Pero luego tenemos Blogs como éstos que nos hacen prestar atención también.
Buen apunte Aitor.
Correcto Manuel, la adicción no es solo del producto, sino de la conducta. El aspecto emocional es promordial. Gracias y un saludo.
hola.
me temo que pedirle Responsabilidad Social Corporativa a una empresa de publicidad, es como pedirle a un matón que no haga daño. Básicamente viven de que alguien tenga la falta de escruputlos sufientes como para contratarlos, y ellos como para hacer el encargo.
La obesidad es un problema real. La publicidad es un gran problema!! Estamos rodeados de anuncios de productos dulces, llenos de sabor y vacíos de contenido, que además “nos hacen felices”. No tenemos que “premiarnos” con un donut de vez en cuando, sencillamente en un producto que no debe estar dentro de nuestra alimentación. Si no lo tienes incorporado en tu dieta, no lo necesitas ni lo echas de menos. Al decir donut, puedo decir galletas o cualquier dulce superfluo.
Hay niños que JAMÁS han bebido una Cocacola, y nos les pasa nada, son igual de felices. No es necesario comer de todo, hay cosas que no se deben comer ni beber. No por prohibición, sino por ELECCIÓN.
La educación a la hora de alimentarnos. Eso también es una elección.
Muy buen artículo!!!
Bajo ese mismo argumento, bien podríamos anunciar cocaína en horario infantil vendiéndolo como “polvos de la felicidad”. Total, “por encima del marketing está la información y el sentido común”. La obesidad es un problema enorme en este país y en todo occidente, y la gente no es estúpida, pero no tiene información para valorar lo que come. Quizá porque los mismos que permiten que Coca-Cola anuncie felicidad embotellada, o Donuts se anuncie entre sonrisas de niños, también permiten, puede que interesadamente, que en los colegios no se imparta nada sobre nutrición, o que en la sanidad pública no haya nutricionistas enseñando a comer correctamente, en vez de médicos fotocopiando dietas absurdas.
Aplausos, aplausos, aplausos!!! Suscribo todo tu comentario, lo subrayo y lo enmarco.
El problema es precisamente éste: nos han metido el mensaje de que “no es para tanto” en la cabeza que al final todos lo que abogamos por una alimentación consciente y responsable somos los de ideas radicales, los prohibicionistas y los que exageramos.
Todos parece que tenemos mucho sentido común pero luego las listas de espera están llenas de pacientes con enfermedades asociadas de forma directa a la obesidad y otras formas de malnutrición y en España las enfermedades cardiovasculares son una de las primeras causas de muerte según el INE.
Eso son datos, hechos reales y demostrados. Darle a tu hijo un donuts y una cocacola de merienda y que “no sea para tanto” son opiniones.
Bueno a mi siempre me ha parecido un poco exagerada tu postura, pero no me ofende y opino que llevas razón. Yo seguiré tomando azúcar y comiéndome un donnut cada 6 meses que debe ser mi media así a ojo, pero tengo una alimentación sana (he estudiado dietética así que tengo crietrio para decir eso) y hago mucho deporte. Pero el que tú y otros como tú estéis tocando las narices con el azúcar me ha hecho fijarme más en ello y ahora en las cosas que me fijo además del aceite de palma es en el azucar. Cuando estudié el demonio era principalmente el aceite de palma y ahora veo que lo están sustituyendo por el de girasol, pero el azúcar está en todas partes, si me descuido no se libra ni el champú! Y la gente cuando le hablas del tema y de la adicción que nos están creando dicen que no es una adicción, como no acabas tonto como con las drogas… Pero luego cuando les preguntas “porqué comes estas tostadas y no las otras” “porque me gustan más” te contestan y es entonces cuando le enseñas que la diferencia en sus ingredientes es que las que le gustan más llevan azúcar, aún así el azúcar no mata, solo engorda…
Pero bueno lo suyo es empezar a concienciar a la gente, que con estos anuncios que dicen que tomarte una cocacola te hará feliz no ayudan…vale pero el caso es que al igual que yo no hago ni caso muchos otros tampoco porque sabemos que son malos así de culturilla general, en cambio hacen más daño con otros anuncios en los que usan palabras que nos hacen identificar un producto como sano cuando no lo es y la gente con menos conocimientos va y se come 5 digestives porque son sanisimas y untadas con media tarrina de tulipán que baja el colesterol…
Y por terminar…si me puedes explicar eso de que con la crisis la gente se ha lanzado a consumir esos productos porque son “más baratos”. A mi los donnuts, donetes y demás bollería me parecen caros frente a no sé…yogur natural con avena y pasas por ejemplo.
Buenos días,
Os escribimos desde Grupo Aranda Formación, un grupo de escuelas especializadas en formación. Primeramente os damos la enhorabuena por vuestra web ya que aportáis contenido muy interesante.
Para todos lectores que siempre les ha llamado la atención el sector de la sanidad y les gustaría dedicarte a este ámbito desde un punto de vista profesional, les informamos que en nuestra Escuela de Sanidad ofertamos una gran variedad de cursos profesionales con salidas laborales reales relacionados con el sector sanitario.
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Os mandamos un saludo y os animamos a continuar con esta labor informativa tan beneficiosa para todos los apasionados del mundo de la salud
Una Alimentación Balanceada gracias a los Batidos Herbalife se logra con la importancia y los beneficios de la proteína y de suministrar todos los ingredientes para una correcta y saludable nutrición, nos permite conocer y profundizar el conocimiento sobre una muy buena alimentación.
no estando totalmente en contra de herbalife, de hecho he probado personalmente muchos de los productos y he tenido resultados interesantes con ellos, pero fijate como son las cosas, que con todo y con eso, tu comentario me parece oportunista, inapropiado, falaz (tomar susitutivos no te educa en nutricion), y sobre todo, SPAM.
salud.
Sin embargo, en esta exploración muchos pasamos por alto un elemento que influye directamente sobre ese ansiado bienestar: alimentarnos bien. Cuidar nuestro cuerpo acomodando y asegurando que las comidas y meriendas sean balanceadas e integren los nutrientes que el cuerpo necesita, es un buen hábito que todos deberíamos seguir.
Sin embargo la vida moderna y el poco tiempo disponible para dedicarle tiempo a nuestra nutrición, sumado a la copiosa oferta de alimentos de baja calidad de nutrientes, es lo necesario para caer en la rutina de un estilo de vida poco saludable.
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Una forma de explotar a las personas sin que lo sepan explotar la necesidad sistemática que tenemos todos de ser feliz y como no lo arraigado que esta en España que todo lo que rodea a los buenos momentos están llenos de comida (bodas, navidad, cumpleaños, momentos de ocio etc)
A los niños hay que darles una educación alimentaria correcta y somos nosotros, los adultos, los que tenemos que tener en cuenta esta educación. Incentivar a los más peques y sobre todo a los adolescentes de una buena alimentación es fundamental, es papel de los padres y profesores. En mis tiempos en clases de Salud aprendíamos los valores nutricionales de los alimentos y la variedad que deberíamos ingerir y eso nos hacía tener una buena alimentación. Pero creo que estos valores se van perdiendo poco a poco
Si esperas ética y responsabilidad del marketing, no las vas a ver jamás. El marketing con ética no existe.
Estoy de acuerdo con lo poco apropiado del consumo de estos productos. Pero la agencia de publicidad y diseñadores a los que proponen el trabajo no son culpables del carácter insano de los productos. Y obviamente aceptan el trabajo pues estará bien pagado y tienen que comer, espero que de forma más sana que lo que publicitan, eso sí. El control debería venir desde la administración pública, limitando estos anuncios como se ha hecho con los de bebidas alcohólicas.
Hola Aitor, Soy argentina, concuerdo con la falta de control que existe en la publicidad de los alimentos, y también en mi país en el rotulado de los mismo.
La labor de la educación alimentaria desde un enfoque de mejora en los hábitos pareciera ser poco visible ante el constante bombardeo de imágenes engañosas que reciben, sobre todo los niños.
En lo personal, no pierdo la esperanza y creo que tenemos un importante trabajo en la prevención y tratamiento de la obesidad y ojalá acompañada de políticas que regulen las publicidades de los alimentos.
La difusión de estos informes es sin duda de gran ayuda.
Muchas gracias y Saludos