Ahora mismo estaba cerrando una maleta de segunda mano, (8€ me costó porque como tengo culo de mal asiento, a veces se me olvida que tengo que pillar un vuelo el viernes, y no tengo en la localidad X una que se ajuste a las dimensiones). Pues he tenido que parar para escribir esta entrada.
La maleta viene conmigo a Alicante, es una vuelta a “casa”. Es culpa de la FEDNU, que ha querido que imparta (qué poco me gusta esta palabra) un taller de Educación Alimentaria en la jornada #CompletaDNos, nos dijisteis las carencias, completamos nuestra formación.
Vaya pedazo de lema para la jornada por cierto. Es admirable que las lagunas formativas no solo sean señaladas por el propio alumnado, sino que nace de ahí la inquietud y la solución para cambiarlo. Pues me quito el sombrero. ¿No debería corresponder atajarlo a quien cobra por ello y es su labor directa
Lección de vida, lección de método. Para quien se lo quiera mirar, pero en especial para quien quiere perpetuar modelos didácticos y de carrera que no permiten avanzar lo suficientemente rápido a la profesión.
A lo que iba: he empezado a escribir porque estoy nervioso; eso es algo sorprendente para la pachorra que tengo, jugar sobre la bocina se ha convertido en lo normal. Pero estoy atacado porque es especial volver a la Universidad donde empezó todo. Inevitable sentir eso cuando vuelva a pisar mi Facultad (por aquel entonces Escuela) y de nuevo ver a mis buenos profesores, a los malcentes no tanto.
Entre el 2006 y el 2009 las cosas se veían de otra manera; la ilusión y las ganas con las que uno iba los primeros días a clase eran insuperables. Luego con perspectiva las cosas cambian, y ahora es imposible no dibujar una sonrisa cuando ves a los estudiantes de 1º perdidos buscando aulas en la Universidad de Granada. Pero sinceramente, sobre todo porque hay muchas ganas de reencontrarme con gente de mi promoción. Antes compartíamos pupitres, ahora profesión y desempeño.
En cualquier caso, lo que me ha lazando a escribir algo más narrativo es esta especie de cierre de círculo. No os lo voy a negar, y no creo que sorprenda a nadie que yo era de pulsos, de meter caña al profesorado en lo que no hacía bien por pasotismo, pero también en admirar, agradecer y regalar los merecimientos a quien procedía.
El caso es que cuando miro atrás veo que todo sigue igual pero que todo ha cambiado. Estaba recordando que ya había una chispa de reivindicación, me vienen a la cabeza reuniones con profesores intentando cambiar cosas, Juntas de Centro en los que éramos el último mono, incluso un proceso de Reforma de Grado que me enseñó muy claro dónde están muchas prioridades de algunos docentes; a los que les importa más dar un crédito más al hecho de escuchar las necesidades formativas.
Y el ciclo sigue: ahora es la gente de ADINU y FEDNU quien coge las riendas y quiere seguir cambiando la situación. Maravilloso asentiría Rafiki en el Rey León.
-Éramos jóvenes (más aún).
-Éramos críticos (probablemente menos que ahora).
-Hacíamos comics denuncia como este (ahora posts y conferencias).
Nos moríamos de la risa y de la desesperación sabiendo que salíamos de la carrera sin haber hecho una dieta infantil, pero que éramos capaces de hacer la renta con todos los rendimientos pertinentes sin problemas. Cosa a la que también hice referencia en el discurso fin de carrera, como buen puntillicas no podía faltar.
Del comic pasamos a esas pequeñas trazas pseudodivulgativas que eran los cortos con menciones a la nutrición:
[youtube https://www.youtube.com/watch?v=vkgA0Qmeey0]
[youtube https://www.youtube.com/watch?v=q_-lsnjM0eg]
La cuestión era hacer de la situación el esperpento, disfrutarla. Que nunca nos amargase, sino en que fuese nuestra motivación para que si algún día encontráramos trabajo poder cambiarlo.
Esto no ha terminado, pero toca un refuerzo: mañana me reencuentro a gente con la que viví este proceso. Quienes me acompañaban en los primeros trabajos, primeros exámenes, con quien he vivido e incluso con quienes estaban a mi lado cuando dije “¿y si llamo al blog que quiero abrir Mi Dieta Cojea?”.
Todas esas personas eran actores y actrices de cada decisión, de cada reivindicación y ganas de mejorar. Como decimos en este corto de mi Grupo Scout, “no solo nosotros acarreamos con el peso de las decisiones”, porque “las decisiones compartidas llenan de color la estela de nuestro pasado”.
El caso es que la inquietud sigue, las ganas de mejorar están despiertas. Me lo indica el motivo del viaje de hoy. Pero sobre todo seguimos luchando, cada uno a nuestra manera como hablo con mi amiga Anabel, “tú a tu modo, yo al mío, pero los dos son necesarios porque consiguen cosas distintas”. Cada persona lucha intentando convertirnos en una profesión mejor, en ciertos momentos es necesario el diálogo, en otros la acción, en otros las reuniones de postureo, en otros el escrache, y también hay momentos de denuncia pública en medios de comunicación. ¿Cuál es mejor? Depende, eso es decisión de cada uno. Pero sin duda, la que nos haga sentir mejor.
DejaDNos disfrutar en el camino de la reivindicación, que hace mucho dejó de ser un objetivo para convertirse en una forma de vida.
Pero sobre todo, dejadme mirar por la ventanilla y pensar que si quizás hoy, el motivo que nos hace viajar es la educación y la formación para equilibrar lo que es mejorable, quizás al final, todo haya valido la pena.
Me he emocionado y todo
Hola Aitor,
Me gustaría conocer el lugar donde “impartes” mañana el taller.
Soy de Alicante y una gran admiradora y seguidora de tu blog.
Me encantaría pasarme, aunque ya sé que no hay plazas libres, por si alguien falla. (intentaré colarme).
Un saludo!
Hola Rosana,
Es en la Facultad de las Ciencias de la salud. Siento que no haya plazas, quizás puedas contactar con FEDNU: contacto@fednu.com
Espero que te puedas apuntar a la próxima. ¡Un saludo y gracias!