¿Qué hacemos cuando aparece en prensa una serie de noticias que dicen “Descubren efectos antioxidantes en la Coca-Cola“? En serio me lo pregunto. ¿Qué debemos hacer la comunidad científica y sanitaria?
Tenía la intención de empezar este post desmintiendo esta reciente afirmación, pero llega un punto en que la reflexión es mayor. ¿Cuál es nuestro papel? ¿Intentamos desmentirlo? ¿Lo encajamos con escepticismo? ¿Miramos el estudio de manera crítica? ¿Aceptamos Coca-Cola como antioxidante? ¿Aceptamos pulpo como animal de compañía?
Obviamente si ya estoy a medio de escribir es porque se da por hecho que admitirlo, no lo vamos a admitir, y el motivo es sencillo: Es inadmisible la difusión en prensa que está teniendo.
El estudio en cuestión ha sido publicado en la revista Toxicology Letters por integrantes de la Universidad de Córdoba, y está teniendo gran repercusión en las redes sociales. Aquí tenéis por ejemplo la información en BetaWired, y en InfoSalus. Una es traducción tal cual de la otra, así que alguien no está haciendo muy bien su trabajo…
Otra reflexión que me viene a la cabeza viendo estos titulares sigue siendo el uso de palabras como “Descubren” o “Prueban” en este tipo de noticias, muy relacionadas con el lenguaje amarillo de prensa científica que muchos medios agitan a las primeras de cambio. Hecho que nos lleva de nuevo a la ruleta que explica las “Noticias médicas aleatorias”:
En este caso no solo me preocupa que esta noticia se transmita de esta manera por los medios. Sino que son las propias universidades las que le dan un bombo desorbitado. A continuación podréis ver el siguiente pantallazo que muestra cómo la Universidad de Córdoba lo está difundiendo en su web:
Cabe destacar las perlas como que “el refresco ha logrado zafarse de algunas de las etiquetas gracias a este estudio” o que estos investigadores “han probado esta protección frente a células tumorales y daño oxidativo“. Me llama la atención especialmente de cómo la Universidad de Córdoba puede arrojar sentencias tan arrogantes de sus investigaciones, por supuesto sin relativizar con el resto de las publicaciones científicas.
¿Acaso aún con pruebas irrefutables de los resultados de un estudio podría concluirse de esa manera? Tajantemente NO.
¿Tendrá algo que ver esta visita institucional de julio de la marca de bebidas a este Universidad? ¡Qué mal pensado soy!
Antes de tener la boca tan grande, y decir semejantes barbaridades yo invitaría a relativizar. Es especial, antes de lanzar cualquier mensaje a la sociedad que pudiera ser malinterpretado, se debería repasar el resto de publicaciones científicas y ser cauto con aquellas afirmaciones que puedan conllevar un mal peor.
¿Quién no puede pensar ahora que la coca-cola no solo es inocua, sino que encima ayuda a nuestra salud? Desgraciadamente es el mensaje que se arroja, y eso es de una imprudencia desorbitada.
Habría bastado con un vistazo reciente a publicaciones relacionadas, como esta en The Guardian, para darse cuenta las discrepancias directas que hay en este asunto:
Regular consumption of sugar-sweetened sodas might influence disease development, not only by straining the body’s metabolic control of sugars but also through accelerated cellular ageing of tissues,”(Elissa Epel)
Es decir, no estamos hablando de discrepancia en otros marcadores de salud, sino en los mismos que mide este estudio.
Si no comparamos, corremos el riesgo de caer en errores comunicativos y científicos como han pasado anteriormente con las propiedades saludables del vino, así como con las recomendaciones irresponsables que se han hecho con el fomento del consumo de alcohol.
Invito por tanto a extraer conclusiones más responsables con este asunto, repasando lo que dicen otros estudios sobre las bebidas azucaradas y la propia Coca-Cola en sí. Esto es solo una pequeña selección de estudios, pero no es nada difícil encontrarse una evidencia apabullante, de justo lo contrario que da a entender la Universidad de Córdoba. Aquí podéis verlo:
¿Qué dice la Ciencia sobre el consumo de la Coca-Cola y salud?
El estudio “Relación entre el azúcar y el nivel de prevalencia de diabetes en la población” arroja buena muestra de ello a pesar de ser observacional, y este post de Centinel lo explica además genial.
SSB consumption promotes weight gain in children and adults.
“El consumo de bebidas azucaradas promueve la ganancia de peso en niños y adultos.”
Sugar-Sweetened Beverages and Genetic risk of Obesity
Our study shows a significant interaction between an important dietary factor, the intake of sugar-sweetened beverages, and a genetic-predisposition score in relation to BMI and obesity risk
“Nuestro estudio muestra una interacción significativa entre el consumo de bebidas azucaradas y la puntuación de la predisposición genética al riesgo de Obesidad y el IMC.”
However, industry-funded reviews were more likely to suggest that evidence supporting a causal relation between SSB consumption and weight gain was weak (mean position score = 1.78), whereas evidence was generally considered well-founded in other reviews (mean position score = 3.39; P ≤ 0.01).
“Los estudios financiados por la industria tienden a mostrar una relación menor entre las bebidas azucaradas y la ganancia de peso, mientras que la evidencia en las otras revisiones está bien fundamentada” Otra muestra más de que iniciativas como Dietética sin Patrocinadores son necesarias para una divulgación de calidad.
Sugar-sweetened beverages and body weight.
Available data provide an evidence base for counselling patients to reduce consumption of SSBs
“Los datos disponibles nos proporcionan una base de evidencia para aconsejar a los pacientes a reducir el consumo de bebidas azucaradas”
Taken together, the evidence that decreasing SSBs will decrease the risk of obesity and related diseases such as T2D is compelling
“Aunando datos, la evidencia de que reducir bebidas azucaradas reducirá el riesgo de obesidad y enfermedades relacionadas como la Diabetes Mellitus tipo 2 es de peso”
[youtube https://www.youtube.com/watch?v=I0Q5xQ6nQqA]
Intake of sugar-sweetened beverages and weight gain: a systematic review.
The weight of epidemiologic and experimental evidence indicates that a greater consumption of SSBs is associated with weight gain and obesity
“El peso de la epidemiología y la evidencia experimental indica que un mayor consumo de bebidas azucaradas está asociado con la ganacia de peso y la obesidad”.
Sweetened Beverage Consumption, Incident Coronary Heart Disease and Biomarkers of Risk
Consumption of sugar-sweetened beverages was associated with increased risk of
CHD and some adverse changes in lipids, inflammatory factors, and leptin.
El consumo de bebidas azucaradas estuvo asociado al incremento de riesgo de Enfermedad Crónica Cardiovascular y cambios adversos en los lípidos, factores de inflamación y leptina.
Furthermore, a high consumption of sugar-sweetened beverages increases the risk of obesity and type 2 diabetes mellitus
“Un alto consumo de bebidas azucaras incrementa el riesgo de Obesidad y Diabetes Mellitus tipo 2”
Y podríamos seguir con un largo etc…
Una pequeña reflexión:
Aislar los efectos individuales de los componentes de un alimento es un gran fallo.
No se puede analizar la leche solo por el calcio, ni al hígado por el hierro; tampoco al pescado por el omega-3. Cada producto alimenticio debe ser valorado en su conjunto, ya que el efecto que produce en el organismo no es el mismo que se puede determinar “in vitro”.
En el caso que nos compete hoy, los resultados se han extraído in vitro, o in vivo con una mosca. ¿Son estos resultados escalables a humanos? ¿Y qué pasa con los marcadores que se han medido cuando además tengamos en cuenta la adición del azúcar, el gas, los aditivos…?
Si no consideramos todo el conjunto que compone ya no solo cada ingrediente, sino cada plato o dieta, corremos el riesgo de arrojar conclusiones erróneas y muy aisladas.
Un ejemplo:
Es plenamente conocido que la vitamina C contribuye al desarrollo de las encías, ya que interviene en la síntesis de colágeno de nuestro cuerpo. ¿Podríamos decir por tanto que los alimentos ricos en vitamina C son buenos para nuestra boca/encías?
No podemos afirmar que un caramelo, por tener vitamina C, te va a ayudar a mantener unos dientes sanos. Eso un error porque obvia el resto de sus componentes. Lo mismo pasa con el estudio que protagoniza el post de hoy.
Aunque se avanzase en esta línea de investigación, y se descubriera que la coca-cola puede tener efectos antioxidantes, esos efectos nunca podrían compensar la contribución que hace esta bebida con el resto de sus componentes a la obesidad, enfermedades cardiovasculares y de manera secundaria al cáncer.
Esto además nos lleva a una pregunta superior. ¿Por el hecho de tener más capacidad antioxidante es mejor? A colación traigo el monólogo de los productos milagros. ¿Más es siempre mejor?
Decir que la Coca-Cola es buena para la salud por sus presuntas capacidades antioxidantes in vitro, es como incorporar un tirita con un beso de madre al final cada bala de un rifle.
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Un artículo excelente. Me gustaría añadir que la relación antioxidantes-prevención del cáncer ya no está tan clara como los autores del estudio quieren hacernos creer. Y en cualquier caso, sacar conclusiones tan rotundas a partir de un estudio con Drosophila melanogaster me parece excesivo y francamente peligroso para la población que lea los titulares.
Con permiso, voy hacer difusión de este post. Me ha gustado mucho.
Atentamente,
Una estudiante de Ciencias Biomédicas y seguidora de tu blog.
Gracias Elsa,
Muy buenas tus observaciones, las he tratado muy de pasada en la parte de reflexión y tu apunte es muy necesario.
Gracias por hacer hincapié en ello Elsa.
Un saludo y gracias por la difusión 😉
Sin entrar a valorar el estudio, solamente lo que escribes, ten en cuenta que existen versiones sin azúcar de coca cola
Eso es totalmente irrelevante en este caso, ya que en esta entrada precisamente lo que se valora y cuestiona ES el estudio (en el cual evaluaron la version normal de la bebida, así como la version sin cafeína), y directamente en esta entrada jamas se habla ni a favor ni en contra de bebidas NO azucaradas.
Sobre la entrada en si, bastante buena me parece, aunque creo que el autor se equivoca al decir:
“…, antes de lanzar cualquier mensaje a la sociedad que pudiera ser malinterpretado,…”
Creo que lo mas grave del asunto es que difícilmente hay lugar a malinterpretaciones, ya que en el abstract del estudio en cuestión los investigadores dicen (cito textual):
“In conclusion, all the results obtained are correlated in *CCC: this type of coke protects against oxidative damage and it is chemopreventive. CCC and caffeine increase life expectancy and **CFCC increase the quality of life. Caffeine is neither health promoting nor antioxidant.”
*CCC: coca cola clásica/classic coca cola
**CFCC: coca cola SIN cafeína/caffeine free coca cola
Creo que el mensaje que se transmite es muy claro, y como perfectamente se recalca en esta entrada, si nos quedamos con solo ese mensaje sin contrastar con el resto de información disponible, ya podríamos ir añadiendo la coca cola a la base de la clásica pirámide de alimentación (quedaría muy bien su imagen junto a las pastas, el pan y demás derivados de cereales).
Por cierto, “curioso”, por no decir otra cosa, cuando menos el hecho de que en la misma revista y numero, los mismos autores tienen otra publicación donde, entre otras, también evaluaron las mismas bebidas, pero esta vez obteniendo resultados no tan generosos para la coca cola normal, aunque ni ellos mismo lo expresan tan bien como en el caso anterior, y tampoco ningún medio hace eco de esa “noticia”.
Y por ultimo, estas 2 publicaciones solo son abstracts o resúmenes de investigaciones presentadas en un reciente congreso de toxicología, y publicadas en un suplemento especial al mismo de la revista, es decir, hasta ahora no han publicado un articulo científico como tal con los resultados de sus investigaciones (o si lo hay, no lo he encontrado); congreso el cual, para añadirle mas leña al fuego, tiene entre sus patrocinadores a la propia coca cola, xD!!!
Probablemente tengas razón Nicolás, y he pecado en esta ocasión de prudente con el “pudiera ser malinterpretado”.
Como tú dices, el mensaje es directo y claro.
¡Gracias por la matización!
Vale, y aquaBona también es de Coca-Cola.
¿Acaso el mensaje que se manda lo aclara? ¿No es confuso?
Creo sinceramente que no soy yo el que debe escuchar el “ten en cuenta”. Que eso recaiga sobre las personas que difunden información que da lugar a equívocos.
Por cierto, para recordar:
http://midietacojea.com/2013/04/14/la-publicidad-de-coca-cola-un-repaso-a-la-hipocresia-en-sus-anuncios/
Hombre si el refresco es light/zero, te olvidas de los riesgos que denuncias en este post 😉
Sé que lo fácil es demonizar productos y sobre todo si son de origen multinacional y mueven miles de millones de dólares al año (realmente para ellos sería billones). Después de un cuarto de siglo trabajando e investigando sobre alimentación sólo tengo una idea clara, ningún alimento es “bueno” o “malo” al 100%. Hasta el arsénico en pequeñas dosis es promotor del desarrollo corporal, o el agua en exceso puede matar (la ingesta de 18 litros en un día, mató a una señora… sedienta).
De cualquier alimento que exista, seguro que podríamos encontrar alguna propiedad beneficiosa, aunque fuera remota, y por el contrario, hasta el mejor de los alimentos tiene algún lado oscuro.
Pero sin filosofar tanto y aterrizando en el estudio, sólo me gustaría aclararos una cosa que conozco de primera mano, pues participé en gestiones de negociación: Coca-cola, no sólo no ha financiado el estudio, sino que incluso fue reacia a enviar datos de composición que los autores del estudio le pidieron para conocer mejor el producto y tratar de interpretar mejor los resultados. Se trata pues de uno más de los muchos estudios de efectos de diversos alimentos (cerveza, ajo, ajo negro, etc.) que la Dra. Alonso realiza con su equipo de investigación, con moscas; las que permiten una aproximación rápida y científica, que con otras especies requerirían años de trabajo.
Es una luz más en un mundo de tinieblas en el conocimiento científico de los alimentos, que no contradice a otros donde se puedan afirmar los efectos negativos de los azúcares sencillos, correlaciones epidemiológicas, o cualquier otro tipo de investigación, que como todos, no están carentes de sus propios sesgos y errores sistemáticos. Ya que lo único que nos podría dar la certeza absoluta sería poder experimentar con humanos, lo cual afortunadamente para todos nosotros, no está permitido y espero que nunca lo esté, pues sería volver a tiempos aún más oscuros del conocimiento científico.
No me parece ético demonizar un estudio, que conozco se ha realizado con rigor científico y sin ningún ánimo comercial, aunque por desgracia, el sensacionalismo y la oportunidad comercial lo hayan convertido en tema de moda.
Recuerdo cuando en los años 90, en todas las panaderías se mostraba la pirámide de los alimentos, pues el pan estaba en su base y se recomendaba su consumo frecuente. Alguién pensó que los panaderos habían “untado” a la FDA?
Con lo que está castigando la crisis la investigación en España, no pongamos chinitas en el camino y seamos tolerantes con los estudios científicos aunque contradigan nuestros dogmas. La propia ciencia pondrá en su lugar cada cosa.
1) Los alimentos no son buenos ni malos por sí mismos, pero hay algunos que son susceptibles de producir problemas de salud más fácilmente que otros en la misma frecuencia.
Si yo recomiendo brócoli, difícilmente causará problemas. No pasa lo mismo con una bebida azucarada o edulcorada.
2)¿Hasta el mejor alimento tiene un lado oscuro? No lo veo una afirmación real. Y si lo fuera ¿serviría a caso para justificarlo?
¿Se justifica un defecto en una presunta mala composición de los demás? No.
3) Yo no hablo en ningún momento de financiación. Entiendo que las multinacionales tienen otros métodos para influir en la presión. Las colaboraciones y los convenios van mucho más allá del billetazo.
En este caso, tanto usted mismo, como representantes de Coca-Cola España niegan una financiación directa, cosa que personalmente me creo.
4) “Uno más de los muchos estudios sobre diversos alimentos”
Sigo sin ver dónde nace la idea. ¿Por qué la coca-cola? ¿Por qué la mención a la marca? ¿Por qué no Pepsi? ¿Por qué no marca blanca? ¿Qué marco científico justifica empezar esta línea de investigación?
Es comprensible que resulte muy sospechoso. Aunque no haya financiación, la ética del investigador y la posible repercusión de su investigación puede ser achacable a él a posteriori.
Es como si yo, que investigo en educación alimentaria, me da por probar si educar a gritos es más efectivo que con talleres, sesiones o cartelería. ¿Qué me hace pensar que puede ser un buen método?
5) ¿No contradice a otros estudios? La epidemiología tiene sesgos, ya.
¿Me dice usted de verdad, que atribuirle propiedades anticancerígenas y antioxidantes a un refresco que está relacionado en numerosos estudios con problemas de salud, no es contradecirlos?
Por supuesto que los contradice, y de una manera muy irresponsable.
6) La única certeza no es la experimentación con humanos. No solo existen los ensayos clínicos, a pesar de que sean la referencia en evidencia. No hizo falta hacer un ECA/RCT para darse cuenta que el tabaco no era precisamente saludable, por mucho que se dijera.
7) Panaderos untando a la FDA no, pero sí se alzaron numerosas críticas hacia la industria agrícola. No hace falta caer en la falacia del absurdo diciendo “los panaderos”. El cereal mueve mucho dinero más allá del pan.
8) ¿Chinitas en el camino? ¿Aceptar estudios que contradigas los dogmas?
Yo acepto este estudio como muchos otros. Lo que es inaceptable es una conclusión como la siguiente:
“In conclusion, all the results obtained are correlated in *CCC: this type of coke protects against oxidative damage and it is chemopreventive. CCC and caffeine increase life expectancy and **CFCC increase the quality of life.”
Eso sí que es poner una china en el camino, en el camino que numerosos sanitaros intentamos construir intentando reducir el consumo de un alimento superfluo, y que las más modernas guías de alimentación y universidad desaconsejan su consumo.
No quiero entrar en un partido de ping-pong, con comentarios en una y otra dirección. Si como dices, y yo me lo puedo creer (lo mismo que tú este estudio) eres científico, sabrás que en ciencia sólo hay una forma de desmontar una afirmación falsa, demostrándo que lo es. Es fácil: están descritas las técnicas y los resultados, es lo que se necesita para que cualquiera pueda reproducirlo y publicar un resultado contradictorio o por el contrario corroborar lo dicho. Así se construye la ciencia. Hay numerosos casos en que esto se ha hecho así.
Por cierto: ¿has oído hablar de los riegos con aguas servidas de vegetales en países en desarrollo? ¿Sabes la concentración de bacterias fecales e incluso metales pesados que puede llevar en esos casos un brócoli? Creo que no es para recomendarlo (y no son tan difíciles de que ocurran estos problemas).
Sabías que si enfrento en una gráfica por países, la venta de gáfas de sol y la prevalencia de cáncer de piel, el nivel de correlación es altísimo. ¿Las gafas de sol provocan cáncer de piel? O que si correlacionamos la venta de coches con los niveles de colesterol en sangre por países, también aparece una alta correlación. Por desgracia los estudios demográficos dejan muchas variables sin controlar y una misma causa puede producir efectos diferentes, que aparentemente se correlacionan entre ellos, por la propia correlación con la causa, sin que realmente haya relación entre ellos.
¿Pretendes decir que es lo mismo capacidad antioxidante, que un elevado contenido en azúcar, o de fósforo, o de cafeína? ¿Si el pescado es rico en omega 3, ya no puedo contener mercurio? o al contrario, por tener mercurio ¿deja de tener omega 3?
¿Una carne asada es mejor:
– casi cruda (con riesgo de que la posible contaminación biótica permanezca activa)?
– bastante hecha (con destrucción de alguno de sus nutrientes)?
– carbonizada (con la generación de residuos tóxicos)?
Los alimentos tienen muchas facetas y un aspecto positivo, no anula o contradice uno negativo, ni mucho menos lo desmiente.
En mi caso no pertenezco al equipo de investigación de la doctora Alonso, coincidimos en algunas actividades académicas y científicas, pero nada más. Pero te contaré como curiosamente empezó otro estudio similar a este (aún sin publicar), que le propuse, sobre el efecto del ajo negro en la longevidad: por la inquietud de unos productores de ajo (Córdoba está a la cabeza de producción de ajo en España), por trasnformar el ajo crudo, en ajo negro y en la preocupación porque los efectos beneficiosos del mismo encontrados en otras variedades y lugares del mundo, se pudieran comprobar en dicha producción. Así surgen a veces las cosas: por la curiosidad. Y muchas veces tratando de demostrar exactamente lo contrario de lo que el estudio finalmente demuestra. Posiblemente sea este el caso, aunque nunca tuve la curiosidad de preguntarle a la Dra. Alonso y posiblemente lo haga la próxima vez que la vea.
Me he permitido contribuir a polemizar en todo este tema, no por la cocacola, la pepsi o cualquier otra firma comercial. Tampoco porque recomiende en absoluto el consumo de bebidas ricas en azúcares, menos las que contienen cafeína y además bastante fósforo que pueden contribuir a diabetes, y acentuar efectos sobre la osteoporosis. Esta misma tarde en una charla, yo recomendaba sustituir todas estas (incluidas isotónicas, néctares, etc.) por la mejor bebida refrescante: el agua. Mi motivación es simple: ¡Dejad la ciencia hablar! La propia ciencia con el tiempo y con el empeño de los científicos, pondrá cada cosa en su sitio. ¿Cuántos dogmas de la nutrición, creídos a pies juntillas, han caído en el último medio siglo?
La publicidad que se le ha dado al artículo y todos nuestros comentarios, están contribuyendo a que algo que iba destinado a ser leído por científicos, caiga en manos de personas no versadas en el tema. Pero tampoco seamos utópicos, las ventas de cocacola no van subir por este artículo, como no lo hicieron con un anuncio, mucho más sesgado de la DGT, para hidratarse y no dormirse al volante. Quién hoy en día quiere consumir algo, lo hace, a pesar de los estudios en contra, el veto a la publicidad y la presión social: lease fumadores.
Por mi parte, doy por zanjada mi participación. Dejo a cada cual que interprete según sus conocimientos y/o creencias, tanto el estudio como las opiniones (pues sólo son eso) que hemos ido expresando al respecto.
Y animo a Aitor a continuar con espacios en los que se pueda debatir libremente y como en mi caso, pueda contradecir la línea argumental predominante del autor, sin sufrir censuras o burlas… Podemos no estar de acuerdo, pero es de agradecer la tolerancia hacia el otro.
Hola Rafael, voy a contestar una vez más a pesar de que ya has anunciado que tu participación ha terminado para aclarar como los argumentos que has usado también se pueden aplicar en la otra dirección.
1) Has comentado que “sabrás que en ciencia sólo hay una forma de desmontar una afirmación falsa, demostrándo que lo es”. Esto no es así.
Es el científico de este estudio el que debe demostrar que
“this type of coke protects against oxidative damage and it is chemopreventive”
Al igual que es quien dice “Dios existe el que debe demostrarlo”
La prueba de evidencia recae sobre el que afirma. ¿El motivo? No se pueden demostrar realidades negativas en ciencia.
2) Lo del Brócoli que dices es un riesgo inherente a una toxi-infección por contaminación, no tiene nada que ver respecto al alimento en sí. Es como si yo para criticar a la Coca-Cola me pongo a hablar de la higiene del hielo o de los vasos de los bares.
3) La correlación no causal que tu me dices de las gafas de sol no es aplicable Rafael, estás poniendo una medida protectora como ejemplo, no un confunder. Es como si yo te digo que el uso de tiritas está correlacionado con heridas.
De todos modos soy consciente de esos casos que me pones, al ejemplo del vino me remito, o de esta invención:
http://wp.me/p1X46Y-vr
http://wp.me/p1X46Y-nv
Hablas siempre de las limitaciones de la epidemiología. Ya sé que hay que tener cuidado. ¿Han acaso tenido las personas que arrojan semejantes conclusiones precaución con esas sentencias, sabiendo que eran estudios in vitro o en moscas? ¿Hablamos de las limitaciones que tiene concluir que datos bioquímicos in vitro o en moscas quieran ser traducidos como preventivos de salud en humanos? Eso sí que es vergonzoso.
4) Respecto a lo que dices de “dejad a la ciencia hablar” está genial, pero esto es un gran ejemplo de MALA CIENCIA. Se ha manipulado con unas conclusiones irreales, y con una divulgación escandalosa. Me parece inadmisible.
Dejemos a la ciencia hablar cuando esté bien hecha, y cuando esté mal ejecutada digámoslo. También es ciencia señalar los errores de la ciencia.
Gracias por tu reflexión final, creo que el debate enriquece y es el camino para contrastar posturas. Por eso en este blog no se censuran los comentarios.
Un saludo
Hola Aitor,
esto si que es un buen balance riegos/beneficios!
La Coca cola lleva 128 años en el mercado, lo bebe medio mundo ….. y ahora viene la Universidad de Córdoba y descubre que es antioxidante y quimiopreventiva….. misterios de la ciencia!
Espero que ahora la Coca cola no nos venda su producto por segunda vez como si fuese medicina!
Un abrazo
CON COCACOLA SE PUEDE LIMPIAR EL OXIDO A UNA BICICLETA
VIVA LOS CARRETEROS BUENOS DE LA COCA COLA DE OLIVARES
Estudios financiados por empresas con intereses… Sin más.
La Coca-Cola está demostrando ser un veneno y cuanto antes nos demos cuenta mejor para todos.
Saludos
hola, soy estudiante de bachillerato y estoy realizando un trabajo de investigación con relación al ácido ortofosfórico de la Coca Cola y a su poder antioxidante. Una de las pruebas que realicé fue sencillamente introducir tornillos oxidados de hierro en Coca Cola descarbonatada durante un tiempo. Por diferencia de masas comprobé que se producía una desoxidación de estos tornillos. ¿Sería incorrecto decir que la Coca Cola presenta poder antioxidante más allá de su relación con la salud y la nutrición?
Entiendo que el artículo no se refiere a este aspecto pero me gustaría saber si la afirmación sería incorrecta. Muchas gracias.