Es muy común encontrar en el mundo de la Nutrición estudios que relacionen el consumo de un alimento o la ingesta de nutrientes con un efecto para la salud. Aún así, los condicionantes que determinan nuestro estado final de salud son mucho más complejos, por lo que debemos andar con pies de plomo antes de atribuir propiedades espectaculares a un sólo alimento o acción aislada.
Si relativizamos, es fácil comprender cómo el simple consumo de un alimento se diluye entre todo el conjunto de la dieta, más aún si tenemos en cuenta el resto de factores genéticos y ambientales de cada individuo.
Es como si al final nos acabásemos preguntando “¿Qué tiene que ver que yo coma cada día tomates con la prevención del cáncer?”. A bote pronto podríamos decir “nada”, pero ese tomate unido a otras muchas variables sí que pueden condicionar un efecto final como es “enfermar o no”.
Esta introducción la hago para presentar la “paradoja francesa”, este término se le atribuye al irlandés Samuel Black, un cardiólogo que a finales del siglo XIX vio que la incidencia de accidentes cardiovasculares en Francia era menor que en Irlanda. Resultados que resultan sorprendentes en un país con un alto consumo de grasa en una época donde este nutriente estaba en el punto de mira como una las causas de estas afecciones
A esta observación se le unen los artículos que a finales de los 80 empiezan a publicarse sobre este fenómeno, que señalan que en Francia, a pesar de tener un alto consumo de grasa, no sufren tanto las enfermedades cardiovasculares. En esos estudios se apuntaba al vino como un factor a tener en cuenta, ya que el nivel promedio de consumo de alcohol en Francia era muy alto.
Destaca en especial a finales de los 90 el artículo Alcohol consumption and mortality among middle-aged and elderly U.S. Adults, con una participación de casi medio millón de personas en Estados Unidos. En él se concluía que en población adulta el consumo moderado de alcohol reducía ligeramente la mortalidad global.
Creo que no hace falta que le dedique más de un párrafo a valorar la importancia de la industria del alcohol en muchos países vinícolas que han usado de estandarte el vino y la cerveza como sinónimo y parte inherente de la dieta mediterránea. Como ya he dicho en muchas otras ocasiones, “Hemos recomendado el alcohol por encima de nuestras posibilidades“.
Bases científicas de vino y salud
Por supuesto la base y el respaldo científico existe, estos argumentos se basan en que el vino posee algunas sustancias bioactivas que pueden actuar como protectores clave a la hora de desarrollar factores de riesgo cardiovascular, como la aterosclerosis. Algunos de estos efectos se han atribuido a mecanismos de señalización celular, interacciones a nivel genómico, modificaciones bioquímicas de los componentes celulares y plasmáticos.
¿Los responsables? El propio alcohol, el resveratrol u otros polifenoles que pueden mejorar el flujo sanguíneo e inhibir la oxidación de las lipoproteínas, previniendo así placas de ateroma. También se propone que estos componentes pueden aumentar la biodisponibilidad del óxido nítrico y mejorar así la vasodilatación sanguínea, disminuir la viscosidad de la sangre , mejorar la sensibilidad a la insulina, contrarrestar o inhibir la hiperactividad de las plaquetas o disminuir los factores de coagulación. Es decir, hipótesis a patadas. Pero de ahí a que los efectos de nuestra salud sean atribuidos al consumo del vino hay un gran trecho.
Afortunadamente para esta bebida alcohólica, la paradoja se mantiene en muchos estudios incluso después del ajuste de otros factores de riesgo o variables que puedan influir. ¿Qué quiere decir esto? Que el efecto del vino se mantiene aún después de tener en cuenta algunos factores que puedan influir, como el sexo, la edad, el nivel socio-económico, etc…
Ahora viene la pregunta del millón:
¿Pero hasta qué punto se pueden controlar todas las variables para atribuir los cambios en la mortalidad al consumo de una sola bebida QUE ADEMÁS SE TOMA DE FORMA MODERADA?
Y si encima los estudios son observacionales la cosa se pone aún más difícil para que el vino sea el responsable de todo.
A pesar de que se puedan controlar algunas variables como “Ingresos familiares” o “Nivel socio-económico” se nos van a escapar muchas otras que influirán en gran medida en los efectos finales, en este caso la mortalidad.
El patrón de consumo de alcohol es variado, y especialmente heterogéneo por edad o por nivel socio-económico, pasa como con la obesidad, cada vez más desligada a los ingresos familiares llegandose a considerar casi una enfermedad de pobres con la consiguiente doble morbi-mortalidad. (En los países en desarrollo están viviendo cerca de 35 millones de niños con sobrepeso, mientras que en los países desarrollados esa cifra es de 8 millones)
¿A qué me refiero con que se nos escapan cosas? Es muy importante considerar que correlación no implica causalidad, el hecho de que dos variables estén relacionadas no tiene que implicar que una sea causa de otra.
1: Las variables pueden ser completamente independientes, como es el siguiente caso:
En este ejemplo tan recurrido en el mundo del escepticismo una persona podría entender que “A menor número de piratas mayor temperatura tiene el planeta”.
Obviamente las variables son independientes, y el hecho de que hayan evolucionado en el tiempo de manera opuesta y proporcional no indica que una influya en la otra.
2: Hay una relación espuria: La variable que parece explicarlo, se comparta al igual que otra variable que es la que realmente lo explica. Un buen ejemplo sería “La presencia de palomas en una ciudad da buena suerte para tener hijos”
En este caso ambas variables están relacionadas, pero no porque una sea consecuencia de la otra, sino porque están explicadas por una tercera variable, en este caso “el tamaño de la ciudad”. Cuanto mayor es una ciudad suele tener más parques, también hospitales. El hecho de tener parques provoca tener palomas, el hospital condiciona tener nacimientos.
En este post sobre ¿Cómo interpretar correctamente los efectos del café en la salud? hay otro buen ejemplo:
“La gente que viste con traje y corbata vive más años”. Todos estaríamos de acuerdo en que esta relación es probablemente cierta, pero esas personas no viven más gracias a estas prendas de vestir, sino a su calidad de vida.
Considerando esto hasta aquí creo que es fácil entrever que el consumo de vino no puede ser la única causa que determine la prevención de la mortalidad por muchas variables que se hayan controlado.
Voy a inventar un ejemplo con datos ficticios para hacerlo más entendible, aquí tenemos unos datos sobre consumo de alcohol y nivel de ingresos.
Estos datos que invento (y por eso no pongo unidades) nos muestran por qué es importante controlar la variable “Nivel de ingresos” si queremos estudiar el consumo de alcohol, ya que no todos los grupos beben igual. Sabiendo esto de antemano, si se nos presentasen los datos de la paradoja francesa podríamos criticarlos fácilmente.
Cualquier persona con mínimos conocimientos de epidemiología podrá esgrimir fácilmente argumentos como “Es probable que las personas que beban moderadamente tengan suficientes ingresos para comprar alcohol y por tanto no estén en situación de pobreza” “Es probable que las personas que beban moderadamente no tengan por tanto otras enfermedades asociadas y por tanto tampoco riesgo de morir” o “Es probable que las personas que beben moderadamente son jóvenes y por tanto con mayor esperanza de vida…” Estos son los motivos de por qué se controlan las variables.
En el cuadro que hay a continuación se puede ver claramente como se relaciona el consumo moderado con la mortalidad.
Esas variables hay que tenerlas en cuenta, y es imprescindible que en un estudio que pretende correlacionar un consumo con un estado de salud lo haga de esa manera. Pero… ¿y aún así? Y si se controlasen la edad, el nivel socioeconómico, las patologías… 20 variables más, ¿cuántas nos dejaríamos en el tintero que pueden explicar en mayor medida la disminución de la mortalidad?
Muchas veces en nutrición nos encontramos con la frase “Las personas que beben más agua están más delgadas”. Esto es simple descripción, rápidamente un Dietista-Nutricionista te podrá decir “Los ancianos beben menos agua y también tienen gran tasa de sobrepeso y obesidad” o “La gente que bebe más agua puede estar más concienciada con la importancia de la salud”, variables que realmente pueden enmascarar el verdadero motivo.
En el caso de la paradoja francesa pueden surgir las siguientes:
¿Y si el consumo moderado está asociado a un ocio activo y social? ¿No puede ser sinónimo de conocer a más gente? ¿No puede ser sinónimo de tener más relaciones sociales o salud mental? ¿No puede ser sinónimo de que es una persona que en general toma decisiones moderadas?
Y como última pregunta que lanzo al aire y creo fundamental:
¿Y si las personas que beben alcohol moderadamente son las más sanas porque están preocupadas por su salud, y han escuchado que hacer eso es precisamente lo correcto?
Disfrutar del consumo ocasional de alcohol dentro de un estilo de vida saludable es muy diferente a promover el consumo moderado de alcohol en la población. Promoverlo es un mensaje equívoco, ambiguo y peligroso. Yo disfruto de mis cañas, pero me preocupo de transmitir las consecuencias mucho mejor que como se ha hecho desde hace años a nivel promocional.
El alcohol es teratogénico, neurotóxico, adictivo, inmunosupresor, perjudicial para el sistema cardiovascular, carcinogénico y aumenta el riesgo de muerte.
Ah, se me olvidaba: “Un plato de verduras es bueno para la salud”, “Un trocito de queso es bueno para la salud”, “Un corte de jamón es bueno para la salud”, “Un vaso de leche es bueno para la salud”… No hace falta que siga
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Que bien explicado! a mi todavía me lo explicaron “mal” en clase, es decir, atribuyendo al vino los pocos eventos cardiovasculares en Francia en relación a su consumo de grasa, y ya me chirrió.
¡Gracias Lucía! Chirría por sí solo, no hace falta ser experto en estadística para darse cuenta con todos los factores que hay que se le atribuya todo a una bebida.
Buenísimo artículo.
Los resultados de recomendar tomar un alimento o hacer una dieta es tremendamente impredecible, ya que es muy común que el sujeto al que se lo recomiendes lo mal intérprete o adapte a sus gustos.
La de veces que he visto a uno seguir la recomendación de una copita de vino al día vaciar tres o cuatro vasos.
Y hay que ver lo que avanza esta ciencia… Lo malo que era el chocolate hace unos años y lo bueno que es ahora. 🙂
Efectivamente Miguel, ese es uno de los motivos de que el mensaje sea “ambiguo, equívoco y peligroso” que el vaso se convierte en dos, se interioriza y desplaza alimentos de la dieta o simplemente suma calorías.
Uno de los problemas que hay con este tipo de relaciones es la propaganda que hacen los medios de comunicación de éste tipo de información (de forma interesada o no). Debería de estar claro quién paga este tipo de investigaciones y quién hace posteriormente las notas de prensa y contacta con los medios de comunicación para su difusión.
Pero por otra parte, parece que el habitante medio (al menos el periodista medio) está deseoso de encontrar los alimentos mágicos: que si el brócoli es anticancerígeno, que si el vino es cardioprotector, que si las grasas del aguacate rejuvenecen tu piel… Así que se han juntado el hambre con las ganas de comer.
Hicimos una investigación en la que demostramos la relación directa entre el uso de lentillas y la obesidad; investigación hecha de forma rigurosa (e irónica) http://www.alimmenta.com/el-uso-de-lentillas-de-contacto-esta-directamente-relacionado-con-la-obesidad/
Otra gran correlación la de vuestra participación en el Carnaval sin duda, también se puede usar perfectamente de ejemplo para explicar esa diferencia de términos ¡gracias!
Enhorabuena por la entrada, es un tema además que no pasa de moda, de hecho hace muy poquito lo estuve comentando por aquí, porque salió esta noticia:
http://www.directmatin.fr/monde/2013-10-16/la-biere-ne-fait-plus-recette-en-belgique-585102
Viene a decir básicamente que la Federación de Cerveceros de Bélgica va a lanzar una campaña de publicidad para frenar la bajada de consumo de cerveza en el país (que ha pasado de 120 a 74 litros al año por persona en 40 años). Y agrega el presidente de dicha federación: “Estamos a favor de un consumo moderado, y una sóla cerveza al día nos parece verdaderamente muy moderado”.
Por lo menos no dicen que es buena… pero viene a reflejar la presión de los lobbies que has nombrado.
Si se piensa fríamente, recomendar una cerveza al día con alcohol es un disparate, otra distinta es tener una dieta equilibrada o saludable A PESAR de hacerlo, que es posible.
Lo mismo es aplicable a comer chocolate todos los días, no tiene por qué interferir, pero promoverlo es muy distinto.
Gracias por comentar, el exilio francés toca la fibra ¿eh?
Pues mira tu por donde…. 🙂
http://www.elmundo.es/andalucia/2013/10/25/526aac0e6843418f558b4572.html?a=c49024f8be58f2be822b01d70bc84730&t=1382785549
Efectivamente, el otro día en twitter lo equiparé con este nuevo estudio que ahora nos llena a todos de alegría.
Comentando la noticia, el chocolate nunca ha estado prohibido en ninguna dieta (salvo que sea milagro o inadaptada) y la conclusión “El chocolate no engorda. Por lo menos, en dosis razonables” me parece que es aplicable a cualquier alimento si no definimos el “razonable”.
Si se sigue leyendo el propio autor dice:
“Tampoco podemos decir que el chocolate adelgace, porque eso necesitaría otro estudio, y está claro que en grandes cantidades, como todo, engorda, pero lo que está claro es que no es un factor determinante en la obesidad”.”
Hola, muy buen articulo, aunque hay algunos “errores” que espero no te moleste que los resalte:
-Casi al inicio dices: “la “paradoja francesa”, este término se le atribuye al irlandés Samuel Black, un cardiólogo que a finales del siglo XIX…”; debería decir “a inicios del s. XIX…”.
-Este error no se si sea tuyo o de terceros, independientemente igual y debería hacerse la aclaración del mismo; en la ultima gráfica dice: “nombre de vasos…”, creo que debería decir “numero de vasos…”
-En cierta parte mencionas: “El hecho de tener parques provoca tener palomas, el hospital condiciona tener nacimientos.”; siendo estrictos, los hospitales NO condicionan tener nacimientos, sino una menor mortalidad infantil y/o de neonatos. Mas bien, siguiendo tu propio ejemplo, seria la mayor cantidad de gente per se lo que condicionaría tener un mayor numero de nacimientos en las ciudades.
-Por ultimo, y esto si relacionado con el tema, en la primera gráfica muestras a Francia con el menor indice de mortalidad cardiovascular, pero también con el MENOR consumo de grasa, cuando la paradoja francesa, como bien mencionas un par de veces en el texto, se asocia precisamente a lo contrario.
Muchas gracias por haberte molestado en repasar y proponer esas mejoras,
El tema de la gráfica, poco se puede hacer puesto que no es mía y es de esa fuente.
Siguiendo la metáfora de las palomas, y poniéndonos estrictos, los parques tampoco provocan tener más palomas, sino un hogar y un sitio seguro donde les sea más fácil establecerse.
De todos modos un hospital sí que condiciona mayores nacimientos en una población si tienes en cuenta la realidad rural, un pueblo pequeño no tendrá nacimiento es ese mismo pueblo si el hospital está en el de al lado.
¡Muchas gracias!
Añado este artículo para dar más información sobre las consecuencias del consumo de alcohol en la salud http://www.dependencia-alcohol.com/
Muy bueno, como a veces nos dejamos engañar por publicidad o estudios relativos cuando hay intereses por medio. En referencia al vino, hay muchas más cosas saludables que no tienen alcohol y te pueden aportar los beneficios de este sin perjudicarte.
“LE VIN EST LA PLUS SAINE ET LA PLUS HIGIENIQUE DES BOISSONS” LOUIS PASTEUR … como no se puede contradecir científicamente la paradoja francesa, y los beneficios del vino que integra la dieta mediterránea, los higienistas solo pueden intentar “limitarla” . Todo es cuestión de moderación … si tomamos uno, dos o 3 zumos de frutas por dia es bueno para la salud, si es 1 litro o 2 terminas diabetico … con el vino la moderación es buena para la salud pero abusando terminas alcohólico … limitar el consumo de carne es bueno para la salud pero las proteínas vegetales no tienen las mismas propiedades que las animales por eso puede ser perjudicial hacerse vegetariano ( conozco muchos que se ven siempre cansados o enfermos) … la vida es cuestión de equilibrio y hay que comer y beber variado sin abusar excepto del agua… se puede vivir muy bien sin tomar vino pero hacer creer que un consumo moderado es malo es científicamente falso (el irlandés ese no creo que tomará vino sino más bien Guiness o whiskey) y fue demostrado por científicos sin vínculos con ese mundo … claro, después, se ha intentado demostrar los efectos Buenos de otras bebidas pero con más o menos buena fortuna … de todos modos el verdadero oenofilo toma no por los beneficios sino por el placer que da esta extraordinaria bebida.
Entiendo lo q quieres decir pero de todo lo comentado el único estudio/muestra nombrada/real es el de los 90 americano (consumo moderado de alcohol reduce ligeramente mortalidad global) , a partir de ahí simples desarrollos/definiciones de causalidad, correlación….con ejemplos no muy acertados (digámoslo así), se entienden pero no aportan información al tema que se trata.
Creo q deberías leer a Popper….para rechazar una teoría (con diversos estudios…interesados está claro) lo mejor es refutarla con otros estudios/muestras (así avanza la ciencia), de lo contrario esto no es más q una simple disertación…unas ideas….interesantes,entretenidas….pero nada más. En mi humilde opinión (no es mi especialidad) por ahora y hasta prueba en contrario ganan los estudios (sean interesados o no).
Recuerda refuta los estudios/teorías/ideas, no realices otros diferentes q t den la razón (a los cuales podriamos incluir en un artículo similar al q acabas de publicar).