Como dijo Picasso, “La inspiración existe, pero hay que encontrarla trabajando” por eso es frecuente que a las personas que nos gusta esto de escribir, (me refiero a crear contenido, no a literatura narrativa) la encontremos sobre las cosas a las que dedicamos el tiempo, y la educación se lleva un buen cacho de mis veranos. (Y lo que no es verano).
Este soporífero Agosto de actividad bloguera, Silly Season le dicen los británicos de los medios, ha estado a punto de romperse con distintos temas, casi lo consigue un artículo de una revista machista, o el escuchar argumentos falaces en contra del consumo de algunos alimentos, pero les voy a dar tiempo a que posen y maduren… ya les llegará su turno.
No me gusta tener que escribir esta entrada, me preocupa mi entorno, me preocupa este país, este sistema, estoy inquieto y encima me han educado en un sentimiento de culpabilidad que hace que asuma mi porción de responsabilidad, sin latigazos en la espalda ni cilicio en el muslo, pero con esto de Internet, sólo perderán su voz aquellas personas que se resignen a estar calladas. Podría ser esto otro coletazo de la preocupación que me inspiran las leyes o los métodos educativos actuales, ya lo expuse en la entrada de “Motivación universitaria exterminada por una mala docencia“. Y es el motivo de que hoy os traiga este vídeo.
[youtube http://www.youtube.com/watch?v=-1Y9OqSJKCc?rel=0]
Recomendar se queda corto, os pido por favor que veais este documental, obligatorio para educadores, educandos, formadores, formandos… en fin, para toda la sociedad, ya que nunca dejamos de educarnos y con cada uno de nuestros actos educamos.
Me encanta en primer lugar que se aliente la copia y exibición pública del material, “la cultura de protege compartiéndola” entendible por los amantes de la educación y la divulgación.
Impactante inicio con la alegoría de la caverna de Platón, que te engancha desde el principio y te transporta al pupitre de tu clase de Filosofía, los testimonios del documental apuntan sin duda a muchos de los problemas actuales de la educación:
“¿De verdad la escuela incita a la transformación?”, “¿Nos motiva como individuos a hacer funciones sociales?” “¿Es el estudiante el que fracasa, o el sistema?”, “No se busca otro desarrollo que no sea el curricular”, “Se busca que un número defina la calidad de persona que eres”, “Todo el mundo habla de educar para la paz, pero se educa en la competencia”, “¿Cómo hago para educar en emociones si en mi formación nunca me hablaron de emociones?”, “Cuerpo docente para dirigir el parecer colectivo”, “La educación a día de hoy es administrativa”, “Las presiones acaban deshumanizándonos”, “Escuela no es sinónimo de educación, porque en la educación es donde el aprendizaje sucede”, “¿No era el objetivo de la educación obtener una buena calidad de vida?”, “Empezar a revisar las cosas como si nunca las hubiésemos visto”, “No queremos enseñadores, queremos educadores”, “Todos somos genios”, “Las grandes personas de la humanidad han sido soñadores”, “¿Cuánto nos acordamos de los conocimiento de la enseñanda básica, y media?”, “Todo pasa a un segundo plano si no es parte de tu decisión”, “Si no desarrollo el interés estoy creando robots” …
“No existe una sola forma, no existe el mejor modelo, la verdadera diversidad existe cuando se respeta y experimenta la diversidad en todas sus dimensiones, todas estas experiencias son valiosas porque son el fruto de personas que dedicaron su vida al aprendizaje, existen desencuentros y coincidencias, pero no cabe duda de que todas aporta a la mejora de la educación”.
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Me quedo sin duda con el hambre, con las ganas de aprender de la gente que me rodea, como un destello en los ojos de un amigo nos hace embarcarnos en un proyecto nuevo, como la cara de asombro de un niño que aprende algo es el mejor indicador de evaluación, como los triunfos colectivos son más importantes que los individuales y como sin duda el trabajo personal no tiene sentido sin un grupo de apoyo.
Hoy lo he hablado con gente que me importa, cada día aprendo más y me siento con más hambre de aprender, de la propia educación, de nutrición, de dietética, de salud, de política… y el motor de ese conocimiento no es si no otro que la motivación, el sentirse libre aprendiendo, el sentirse libre enseñando también.
Aprendo más una hora en casa navegando por periódicos, bases de datos y portales que me inspiran en ese momento, que cinco diarias encerrado en una universidad que me exige presencialidad en mi trabajo. Y me siento orgulloso de que los sábados mi local scout de Albacete, con educadores voluntarios se parezca cada día un poquito más a ese tipo de educación que soñamos, con sus cosas buenas, con sus cosas malas y con sus muchas cosas a mejorar todavía.
Si te preguntas que qué pinta esta entrada en un blog de Nutrición y Dietética, es que hay algo que sigo haciendo mal, o que lo está haciendo mal el sistema…
Gran post y he de decirte que me ha encantado el segundo vídeo (el primero prometo verlo otro rato que tenga más tiempo). Por desgracia esto es lo que tenemos y veo que sí, así es. Decirte como anécdota que mi vocación durante toooda mi etapa educativa preuniversitaria fue la docencia, el magisterio. Pero topé en 3º de bup (que ya ni existe) con las sesiones de orientación, por supuesto pedí información sobre magisterio, al ver el plan de estudios le pregunté al orientador… “¿y con esto ya se sabe educar?” – “Sí, claro, ese plan de estudios incluye todas las opciones”_ “Pero si cada niño es diferente, ¿cómo se pueden encuadrar en un tipo u otro?” – “Siempre se puede encuadrar”, fue su respuesta. La mía, optar por las ciencias puras purísimas y pensar que estaban locos, que cómo se puede catalogar niños!
No tengo hijos pero sí niños en mi entorno y como me gusta, a veces les ayudo con las tareas o me intereso por sus avances y veo eso, que muchos se sientes muy frustrados, que no ven motivos para hacer las tareas.. y que sobre todo, los argumentos que me valieron a mí para hacerlas a ellos no les valen. ¿Por qué? Fundamentalmente porque les habla una persona mayor, con sus estudios y sus cosas, pero que no tiene puesto alguno relevante. A mí me lo contaron mis padres, que luchando pese a no tener estudios nos sacaban adelante y querían para nosotros algo mejor. A mí eso me motivó, pero ahora… ?¿
Lo que sí recuerdo muchos días es una cosa aprendida en aquellos tiempos infantiles, de cuando decían que interesaba que el pueblo llano fuera analfabeto, o de cuando los romanos daban circo para entretener las masas… Ay! qué claro lo veo! Por dónde escapar? Qué les espera a los niños y jóvenes? Dónde está la varita mágica que puede hacer que esto cambie?
Me ha gustado mucho tu post, una vez más. Un saludo.
Gracias Fátima por compartir tu experiencia y por tus líneas.
El desencanto creo que es generalizado, y al final produce una pescadilla que se muerde la cola porque la desmotivación es cíclica. ¿Dónde está la varita mágica?
Probablemente coordinando una concienciación a todos los niveles, familias que conciencien y valoren al docente, leyes y política que permitan una docencia pública y de calidad y una motivación en el cuerpo docente que no sea partidaria de lo inamovible.
Qué fácil decirlo y qué difícil conseguirlo…